martes, 4 de agosto de 2009

RESEÑA HISTORICA DEL CALZADO Y LA MARROQUINERÍA

RESEÑA HISTORICA DE LOS PRODUCTOS DE CALZADO Y
MARROQUINERIA.
El hombre desde su creación sintió la necesidad de proteger su cuerpo de las
inclemencias climatológicas y de la propia naturaleza que le rodea. Desde el
principio, cubrió su cuerpo con pieles y sus pies con trozos de piel sin curtir.
En el antiguo Egipto se utilizó como una primera fuerza de calzado una sandalia
hecha con hojas de palmera o papiro, en España se conservan muestras de una
sandalia de esparto encontrada en cuevas del murciélago en Albiñon (Granada) y
se supone que perteneció a la época prehistórica.
Los hebreos y los fenicios al igual que los egipcios, también utilizaron zapatos muy
ligeros de hojas de palmeras entretejidas. Los asirios utilizaron unas sandalias
mas cubiertas y sujetaban las piernas con cintas. En la antigua Grecia
encontramos gran variedad de calzados desde la corriente sandalia, consistente
en un trozo de suela e incluso madera atada al pie, hasta zapatos forrados y
reforzados con clavos. Uno de estos tipos de calzado fue el llamado coturno, una
especie de botín, sujeto por la parte anterior y que mediante una suela muy gruesa
elevaba la estatura de los actores con el fin de resaltar en escena.
En algunas ocasiones al zapato elegante se le ponían adornos metálicos
especialmente cuando se trataba de zapatos femeninos. Los romanos adoptaron
en parte el calzado etrusco que consistía en una suela atada al pie y la pierna
hasta utilizar el calzado como un elemento más en las distintas clases sociales.
El calceus romano era un zapato cerrado, cuyo uso estaba prohibido a los
esclavos. Las clases menos pudientes usaban suecos de madera y los militares
un tipo de bota llamada Càliga.
A finales del siglo XII, por Borgonia apareció el zapato de pauline, de punta muy
larga, este tipo de calado se extendió por toda Europa. A mediados del siglo XVI,
los zapatos de punta fina, llamados picos de pato, fueron remplazados por otros
de puntas mas anchas llamados punta de oso, y empiezan a aparecer zapatos de
forro tejido, casi iguales a sus vestidos.
Ya en el siglo XVII, empiezan a aflorar los botines sujetos con ganchos y suelas
provistas de tacones altos en Francia. Con la revolución francesa comienzan a
aparecer zapatos que presagian el mundo actual.
En el siglo XIX, salen en uso los botines sujetos con cordoneras o botones, los
hombres fabricaban zapatos con piel de charol y las mujeres gustan de usar sus
zapatos con rasos y sedas haciendo juego con su vestido.
Los países árabes utilizaban la famosa babucha, confeccionada con piel de asno,
y en Japón las sandalias de paja revestida de seda, y los suecos de madera. En
china la tradición aconsejaba a las mujeres a atar sus pies con fajas muy
apretadas con el fin de reducir el tamaño de los pies.
En el Tibet los monjes utilizaban botas muy altas en invierno. Las mujeres y
hombres utilizaban botas confeccionadas con cuero y tela.
En los siglos XVIII y XIX, existe documentación de ello, se hacen y se cosen
"petacas" (pequeños estuches de piel para llevar el tabaco) en Ubrique y con ello
aparecen las primeras "petaquerías" (donde se confeccionan dichas petacas, las
cuales siendo aún muy bastas, vienen a ser los primeros artículos
manufacturados).
Se componían de dos trozos de piel (cachas), rectangulares, doblados cada uno
sobre sí y cosidos en sus extremos por hábiles y expertas manos femeninas, con
puntadas casi microscópicas, y era una pieza tan perfecta y de tanta utilidad, que
ya la fama ubriqueña comienza a rebasar fronteras, y a la
"Villa de las cien fuentes" se le empieza a llamar "UBRIQUE EL DE LAS
PETACAS".
Otras veces, la "tapa" o pieza superior de la petaca, por sus características
especiales, servía para "beber el buen vino o el agua de cualquier nacimiento o
fuente del camino", a falta de un mejor recipiente.
Después de que estas petacas "rompieran fronteras", comenzó a manufacturarse
un práctico compañero de ella conocido como el "preciso", pequeño y original
receptáculo, hecho en piel de buena calidad, parecido a una pequeña carterita
cosida a la manera de su "pariente cercana" la petaca, que cerraba con una
pequeña corea, la cual le daba un par de vueltas. Aquí comenzó el fabricante a
grabar a presión, bien su nombre, bien la fecha de su construcción, bien el precio,
bien la marca, o los cuatro apartados juntos.
Quisiéramos precisar la época de su aparición. Estas primeras "carteras"
consistían en un plano (llamado "plato" en el argot marroquinero), rectangular de
piel, con dos pequeños bolsos laterales, uno a cada extremo que hacían las veces
de "bolsillo". Todo lo que se confeccionaba en la primitiva marroquinería (petacas,
precisos y bolsas de avíos) tenía una meta bien definida: las manos del varón, que
era quien caminaba, laboraba el campo, hacía contrabando, etc.
Llegándose al cenit con la moda " sin olvidar sus complementos, como el "bolso
femenino" que "...ajustando en sus manos, son el pasaporte para la elegancia y la
belleza.
La industria del calzado y la marroquinería han alcanzado su madurez industrial
en el siglo XXI, y es dentro de este siglo donde se han alcanzado avances
tecnológicos tanto en materiales, como en esquemas de fabricación y
comercialización.
La actividad artesanal de principios de siglo se ha transformado en una industria
altamente mecanizada, si bien han cambiado los medios, los sistemas, la
tecnología y los materiales, existe algo que perdura en todos los
tiempos y que desgraciadamente no hemos alcanzado todavía, la falta de cuadros
que estén a la altura de la moderna industria de nuestros días.
El empresario o gerente de las fábricas sigue siendo el alma de la fábrica, creando
una dependencia que la hace desaparecer cundo falta este. Son necesarias
personas con capacidad que despersonalicen las tareas de dirección y que
puedan ayudar a una dilatada vida empresarial.
Hemos visto como el calzado y la marroquinería tienen su pequeña historia y
como según el país, las costumbres y las razas, se utiliza un tipo de producto, en
la actualidad el calzado y los productos manufacturados no toman un estilo
definido que podría marcar una época, en al actualidad estos productos son
fundamentales, cómodos y elegantes y con un gran equilibrio por sus formas y
componentes.

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